La miel de limón procede principalmente de la Comunidad Valenciana y Murcia.
Con tendencia a cristalización lenta, tiene un color amarillo muy claro, blanco, y un olor tenue, floral, con notas de antranilato de metilo.
Tiene un gusto dulce dominante, pero con un claro componente ácido, no tan intenso como en las mieles de mandarino y naranjo, que la hace muy agradable.
De cristalización media a lenta.