En España, la miel de bosque procede de la encina, alcornoques y robles, que producen un mielato de agosto a septiembre. Su cosecha abarca toda la península, excepto las costas.
Tiene un color oscuro, un aroma floral, con un claro y típico componente malteado, intenso y algo persistente.
Tiene un gusto dulce con notas amargas cuando la floración va acompañada de castaño.
De cristalización muy lenta.